22
Mayo
2025
Helados a diario ¿sí o no?
El dulce más popular del verano aporta ventajas nutricionales, pero también tiene su lado oscuro.

El helado, postre típico de la época veraniega, siempre tiene un hueco en una dieta equilibrada, aunque encontrar el equilibrio en el que no nos perjudique no siempre es fácil.
Los helados tienen claramente beneficios nutricionales, aunque esto choque con nuestras ideas más básicas sobre nutrición, que vienen a decirnos que tienen grasas y, por tanto, no son buenos.
Entonces, ¿Qué hay de cierto? ¿puedo comerme un helado siempre que quiera? ¿cada cuánto tiempo? Vayamos por partes: comer helado no es especialmente saludable. Al igual que ocurre por ejemplo con el vino, el hecho de que tenga ingredientes o componentes con propiedades positivas no implica necesariamente que sea saludable, ya que puede que tenga otros componentes que anulan ese posible efecto positivo detectado.
En este caso lo inteligente sería intentar obtener los compuestos beneficiosos de un producto sustituto que no contenga los compuestos nocivos. Los helados suelen ser altos en azúcar y en grasa. Aun así, como decíamos, puede encajar perfectamente en una dieta equilibrada, pero eso no quiere decir que sea saludable: El azúcar ya se sabe que se vincula con muy diversos problemas como la salud bucodental, mayor riesgo de padecer cáncer, o la diabetes.
Por lo tanto, explicábamos antes que debemos encontrar alternativas más sanas: Los beneficios que nos puede aportar un helado vienen casi en su totalidad de la leche, gracias a elementos como el calcio o los probióticos. Así que el yogur no azucarado, el queso, o la leche pueden aportarnos algunos de estos nutrientes, convirtiéndolos en mejores alternativas para una dieta diaria.
Con todo ello, he de decirte que no hay una respuesta clara a cada cuanto puedes tomarte un helado, depende de factores como el tipo de helado que estemos consumiendo (los nutrientes que aporta cada tipo de helado pueden variar) y el tamaño de este, de nuestra dieta y de otros factores como nuestro peso o nuestro estado de salud.
Si queremos consumir helado a diario, será más fácil si llevamos una dieta variada (y unos hábitos de vida saludables), consumimos cantidades reducidas y eliminamos otras fuentes de azúcares añadidos.