La ingesta de agua recomendada es de 2 a 3 litros diarios en condiciones normales, que se ha de ingerir durante el día evitando tener sed, porque ya es un síntoma de estar deshidratado.

Lo ideal es que sea agua mineral natural, ya que aporta numerosos beneficios para la salud al ser rica en minerales y oligoelementos, y no contiene ninguna caloría. Pero ¿embotellada o del grifo?

Pues la respuesta no es sencilla, ambas son complementarias. La embotellada está regulada por autoridades de minas, sanidad y medio ambiente, que certifican que no lleva ningún tratamiento de desinfección y por tanto es totalmente natural, y la elección de una u otra agua mineral natural vendrá en función de las necesidades de minerales que tengamos. Mientras que el agua del grifo, proviene de orígenes diversos como desalinizadoras, embalses, etc. y por tanto tiene composiciones diversas y ha de tratarse químicamente para hacerla apta para el consumo.

La decisión entre una y otra estará basada en los gustos del consumidor, o sus necesidades, teniendo en cuenta su composición. Al final lo importante es que se lleve a cabo una buena rutina de hidratación para evitar que estemos deshidratados y las consecuencias que ello puede conllevar: mareos, dolor de cabeza, estreñimiento, etc.