La diabetes tipo 2 es una enfermedad progresiva cuyo aumento drástico se ha relacionado con la obesidad, el sedentarismo, las dietas poco saludables y el envejecimiento.

Por ello, cambiar a un estilo de vida más activo y saludable, con el deporte como centro, es una de las claves para reducir el riesgo de padecerla. La recomendación a nivel deportivo es entre 150 y 300 minutos a la semana de intensidad moderada, entre 75 y 150 minutos de intensidad vigorosa o una combinación equivalente de ambas.

En el ámbito de la alimentación las recomendaciones específicas son limitar la grasa saturada y trans y el consumo del alcohol; moderar el consumo de carbohidratos y aumentar el consumo de fibra.

En concreto estaría interesante seguir estas pautas de alimentación:

• Disminuir el consumo de sal

• Tomar alimentos ricos en fibra, como los cereales integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

• Restringir el consumo de alcohol.

• Reducir la ingesta de azúcares libres, especialmente bebidas azucaradas y zumos de frutas.

• Consumir pescado rico en omega 3 entre dos y cuatro veces por semana.

• El consumo de entre tres y cuatro tazas de café (sin azúcar) al día, tiene un efecto beneficioso para la salud.