Los tatuajes siempre han sido una elección meramente estética y cultural, considerándose que el llevar un lienzo sobre la piel no generaba ningún tipo de problema para la salud. Sin embargo esto puede cambiar, sobretodo para aquellos que realizan deporte a diario, ya que un estudio de la escuela universitaria Alma College, en Michigan, asegura que tener todo el cuerpo tatuado puede facilitar el sufrir un golpe de calor o un déficit de sodio.

La causa de esta afirmación es sencilla. La tinta, hace que el cuerpo refrigere peor y por tanto no sude, produciendo un gasto extra de sodio, algo peligroso para nuestro organismo y que se debe de tener en cuenta en deportistas. Además, es importante tener en cuenta que el empleo de tinta de colores frente a la utilizada en la escala de grises puede incrementar los problemas para la piel, ya que es más propensa a producir alergias o irritaciones.

La tinta sobre nuestra piel influye de manera directa en el sistema de refrigeración del cuerpo humano, aunque se desconocen aspectos como si la composición de la tinta influye o si la zona libre de tinta lleva a cabo una sudoración mayor a modo de compensación.

Lo que sí parece claro es que esto se suma a diferentes contraindicaciones por parte de los tatuajes, por lo que hay que pensárselo bien antes de convertir nuestra piel en un lienzo.