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03 Abril 2025
Si eres de los que congelan el pan podrías estar mejorando tu salud.

La congelación de alimentos se ha convertido en algo muy habitual desde hace tiempo y parece que en el caso del pan es más sano.

Desde siempre habíamos oído que guardar el pan en la nevera o frigorífico podía perjudicar su textura, pero ahora estudios recientes han demostrado que puede ser una de las mejores opciones para conservarlo, porque además de evitar que se degrade, la congelación podría aportar beneficios adicionales para la salud.

Resulta que sí, que congelar el pan cambia la estructura de este (ya que el almidón presente en el pan sufre un proceso que reordena su estructura interna) y, por tanto, el impacto que puede tener en la salud.

La respuesta glucémica del pan (la velocidad a la que los almidones se descomponen en azúcares) varía cuando se congela, por lo tanto, congelar y luego descongelar el pan disminuye de manera significativa el impacto en los niveles de azúcar en sangre en comparación con el pan recién horneado.

Igualmente, tostarlo también contribuye a reducir esta respuesta glucémica, y mucho más cuando el pan se tuesta después de haberlo congelado.

Básicamente, lo que ocurre es que el cuerpo digiere más lentamente el pan si ha estado congelado, lo que provoca un pico de azúcar en sangre mucho más suave que el pan recién comprado u horneado.

Además, otra de las ventajas directas de congelar el pan es que estamos asegurándonos un menor desperdicio de alimentos al sacar exclusivamente lo que vamos a consumir ese día.

Categoría
Vida saludable