19
Junio
2025
La kombucha ¿es tan buena o mala como nos venden?
Analizamos la bebida de moda para saber si es o no tan saludable

La kombucha lleva ya un tiempo estando de moda, y tiene sus seguidores y detractores. La gran mayoría, son opiniones sin evidencia sólida. Desde que apareció, unos hablaban de una bebida milenaria casi milagrosa, pero cuando se buscaba evidencia científica que respaldase estas afirmaciones, no se encontraba gran cosa. Otros consideraban la Kombucha casi como un veneno, sobre todo si se intentaba hacer casera, incluso considerándola como un té que no sirve de mucho o que el hongo aspergillus provocaba casos que no están documentados en ninguna parte.
Lo que sabemos seguro es que la kombucha es una bebida fermentada que se elabora a partir de té (generalmente negro o verde) y una colonia simbiótica de bacterias y levaduras, conocida como scoby (por sus siglas en inglés: Symbiotic Culture Of Bacteria and Yeast).
Pero ¿Qué hay de cierto de mito con la Kombucha? En febrero de 2023 se publicó el primer estudio en humanos que midió la respuesta glucémica de pacientes sanos tras ingerir kombucha y una comida. Y se vio que atenuaba el pico de glucosa, un resultado curioso, teniendo en cuenta que la kombucha tiene azúcar. A los pocos meses, se publicó un estudio similar, pero en pacientes con diabetes tipo 2 y aquí se demostraba que el alimento favorecía que se atenuaran estos picos de glucosa.
La novedad es que ha habido una reciente publicación en una revista científica muy consolidada, como es The Journal Of Nutrition, que examinó los efectos del consumo regular de kombucha de té negro en la microbiota intestinal de individuos. Observaron que su consumo modulaba positivamente las bacterias y hongos en el intestino, simplemente tomando 200 ml de kombucha al día.
Principalmente notaron aumentos en bacterias beneficiosas como Bacteroidota y Akkermansiaceae. Estos resultados sugieren que la kombucha podría ser particularmente útil para mejorar la salud intestinal en personas con obesidad, aunque lo ideal sería hacer estudios aún más amplios.
La kombucha es muy baja en alcohol, tiene poca cantidad de azúcar comparada con los refrescos, la burbuja es natural y tiene potenciales beneficios, por lo que puede ser una buena opción este verano.
Si quieres hacerla en casa, tiene que seguir una buena guía, sin experimentos de riesgo ni tratando de sacar el scoby de la kombucha comercial. Si prefieres comprarla, debes tener cuidado con las kombuchas que puedas encontrar, ya que cada vez hay más pseudokombuchas. Debe tener agua, azúcar, té y cultivos. Puede poner scoby. Si en la etiqueta, el primer ingrediente es agua con gas, ya no es kombucha, porque no está fermentada, aunque se le añada después.
También hay que buscar que esté sin pasteurizar, y tampoco necesita edulcorantes ni azúcar extra, más allá de la residual, que son dos o tres gramos por cada 100 ml. Y no deberían llevar aditivos o conservantes.