Dormir bien y descansar es el objetivo inalcanzable para gran parte de nuestra sociedad actual. Lo ideal sería dormir entre 7 y 8 horas diarias, ya que si dormimos menos puede afectar tanto al estado de ánimo como a la salud física (problemas inmunológicos, metabólicos, cardiovasculares emocionales y cognitivos; trastornos como la diabetes u obesidad. Mayor cansancio y mayores niveles de estrés).

Las horas de sueño recomendadas varían en función de la edad:

Los bebés de hasta 12 meses entre 12 y 16 horas.

Los niños más pequeños, necesitan descansar entre 11 y 14 horas.

Los adolescentes necesitan unas 8-10 horas.

Los adultos entre 7-8 horas.

¿Cuál es la hora idónea para irse a dormir? Pues según todos los estudios, entre las 22:00 y las 23:00 horas, ya que al parecer si lo haces mas tarde aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca, y si lo haces antes también.

El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas llamado ritmo circadiano y que ayuda a regular nuestro funcionamiento físico y mental. Y parece ser que es más probable que la hora de acostarse temprano o tarde altere ese reloj corporal y esto traiga consecuencias negativas para nuestra salud cardiovascular.

Por supuesto, en nuestra sociedad española, con el estilo de vida mediterráneo, no es fácil cumplir con este horario, por no decir imposible.

¿Cómo mejorar el sueño? Identificando hábitos que afectan a nuestro sueño, como evitar las situaciones estresantes, la luz brillante o los ruidos fuertes; terminar de hacer ejercicio un par de horas antes de irnos a la cama o controlar la temperatura de la habitación.