08
Agosto
2024
El impacto emocional de las vacaciones
Las vacaciones pueden aportar muchos beneficios a nuestra salud mental, pero también pueden desarrollar una serie de problemas
Las vacaciones son el momento del año en que aprovechamos para desconectar de la rutina diaria, pero además tienen un impacto significativo en la salud emocional.
En general, podemos decir que las vacaciones, son para casi todos, el período del año en que recargar pilas y sentirnos más a gusto, pero no conviene dejar de lado que pueden traer consigo ciertos desafíos emocionales que es importante reconocer y gestionar.
Los beneficios todos los tenemos medianamente claros, aunque vamos a recordarte al menos el principal: La reducción del estrés provocado por las obligaciones laborales y rutinarias.
Esta reducción de estrés permite que nuestro cuerpo y mente se relajen, disminuyendo los niveles de cortisol, la hormona del estrés, por lo que mejora nuestro estado de ánimo.
Además, las vacaciones fomentan la liberación de “hormonas de la felicidad” como la serotonina y la dopamina. Ello es debido a que contamos con tiempo libre para participar en actividades placenteras o disfrutar de actividades al aire libre acompañados de familiares y amigos, lo que contribuye a que nos sintamos mejor y por tanto, a sentirnos más felices afectando de forma positiva a nuestra salud emocional.
Sin embargo, el período vacacional también tiene sus perjuicios, por ejemplo, que el cambio de rutina y unas expectativas elevadas pueden generar ansiedad y estrés.
En ocasiones, nos obsesionamos con tener unas “vacaciones perfectas”, que además tendemos a comparar a las experiencias de los demás a través de redes sociales.
A esto hay que sumarle la temida vuelta a la rutina, pasar de un periodo de relajación a volver a la vida cotidiana, con todo lo que conlleva, puede provocar “síndrome postvacacional”, que se caracteriza por la tristeza, la apatía y falta de motivación, además de añoranza por lo recientemente vivido.
Para evitar estos problemas, es importante planificar con antelación y ser realista, desconectar de la tecnología, realizar actividades que te llenen ya sea solo o con compañía, y mantener una actitud flexible aceptando que no todo tiene que ser perfecto.
Como resumen, está demostrado que las personas que toman periodos vacacionales de forma regular tienen menos posibilidades de sufrir estrés crónico o enfermedades relacionadas. Por lo que es una buena herramienta para el bienestar emocional.