Los alimentos ultraprocesados se vinculan cada vez más a enfermedades metabólicas, tumores y sobrepeso. Pero en nutrición no podemos hablar de definiciones absolutas, porque existen alimentos procesados que pueden formar parte de una alimentación saludable.

Una cosa es el procesamiento del alimento y otra muy distinta su calidad nutricional. Generalmente van de la mano pero no siempre coinciden.

La clasificación de los procesados suele ser en cuatro grupos en función de su grado de procesamiento:

- Grupo 1, mínimamente procesados o no procesados. Alimentos que no han tenido ningún proceso industrial o tienen un proceso mínimo, por ejemplo, la harina.

- Grupo 2, ingredientes como la sal, el azúcar, el aceite, la grasa de origen animal.

- Grupos 3 y 4. El grupo 3 incluye los alimentos procesados, y el 4, los ultraprocesados.

Pero, como deciamos, esta clasificación se realiza en función del grado de procesamiento, no de la calidad nutricional. Por ejemplo en el grupo 3, se encuentra el jamón serrano, que simplemente es curado, o el salmón ahumado. La cantidad de ingredientes suele indicar que estamos ante un producto ultraprocesado.

Hay productos que tienen muchos ingredientes, donde encontramos al final de la lista un montón de siglas o nombres raros, que nos hablan de aditivos. Pero aditivo no siempre es malo, por ejemplo el ácido cítrico, que es un aditivo pero se extrae de las frutas, es lo mismo que tiene el limón o la naranja.

Por tanto, dentro de los alimentos procesados, podemos encontrar productos que sí forman parte de una dieta sana, y para distinguirlos debemos revisar las etiquetas.

Por procesados sanos, tenemos las conservas, siempre que no tengan muchos ingredientes. Por ejemplo un pescado en bote de cristal conservado en aceite de oliva o al natural podría considerarse saludable. Los vegetales congelados, que tienen incluso más vitaminas que los frescos. Los lácteos, como la leche y el yogur natural, o las legumbres que vienen en bote, que no son ultraprocesadas y tampoco pierden sus facultades.

Por ejemplo, es mejor tomar legumbres de bote tres veces por semana que tomarlas una sola vez y que sean cocinadas por ti. La dieta ha de ser un 90% de alimentos mínimamente procesados: frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, aceite de oliva virgen extra, un poco de huevo, un poco de carne o de pescado.