Durante mucho tiempo, ha existido la creencia popular de que caminar un número de pasos al día (unos 10.000) era no solo saludable sino que ayudaba a adelgazar.

Esto ha sido reforzado además por la irrupción de los relojes conectados, pulseras de actividad, aplicaciones móviles, etc, que animan a cumplir con este mínimo, incluso la OMS apoya este objetivo declarando los beneficios que tiene cumplirlo.

Sin embargo recientes estudios parecen rebatir esta idea, aunque solo en parte. Lo que dice la ciencia es que no son necesarios tantos pasos e incluso que una vez pasado un nivel (que está entre los 6.000 o 7.000) no hay un beneficio mayor o incluso es menor.

Si que hay diferencia, sobre todo en personas a partir de 60 años, en pasar por ejemplo de 3.000 a 6.000 pasos diarios, pero de ahí para arriba los beneficios son imperceptibles.

Para los menores de 60 años, se recomienda que la cifra ronde los 8.000 pasos diarios. Hacer más pasos, podría llegar a ser perjudicial. Esto se debe a que hay un punto en que, en lugar de reducir el riesgo de mortalidad, este podría aumentar ligeramente.

En lo que estamos de acuerdo todos, es que una de las cosas más importantes que puede hacer cualquier persona por su salud es realizar actividad física de forma regular, ya que es el mejor método para prevenir muchas enfermedades que se manifiestan con los años. Además, ayuda a fortalecer los músculos para que se pueda continuar haciendo tareas a diario vivir sin tener que depender de otros.