Es innegable que cada vez llevamos una vida más sedentaria, y en la que, además en los últimos años, se ha aumentado el consumo de alimentos procesados, debido al ritmo de vida, en el que nunca tenemos tiempo para cocinar y recurrimos a alimentos ya preparados que muchas veces no son los más sanos, o simplemente llevan componentes que es mejor evitar. Todo ello se traduce en un aumento preocupante de los niveles de azúcar en la sangre.

Sin embargo, te vamos a dar una muy buena noticia, y es que algo tan simple como levantarse y dar un paseo después de comer puede marcar una gran diferencia en tu salud metabólica.

La teoría, ya demostrada, es que si interrumpes los períodos prolongados de estar sentado (por ejemplo, si estás trabajando en la oficina) con breves caminatas de intensidad leve reduce significativamente los niveles de glucosa en sangre.

No se trata de realizar ejercicios extenuantes o fuertes entrenamientos, sino simplemente de romper el sedentarismo y realizar algo de actividad física ligera.

Si este hábito de caminar, lo realizas después de comer no solo ayudas a reducir tus niveles de glucosa posprandial, sino que también aumenta la sensibilidad de tu cuerpo a la insulina, facilitando la absorción de glucosa por parte de las células musculares.

Además, este hábito contribuye a reducir el estrés, lo que por si solo ya es una buena noticia, pero es que además ayudará a reducir tus niveles de azúcar, ya que se libera cortisol que es una hormona que interfiere en su regulación.

Y como hemos comentado un poco más arriba, el momento ideal para dar estos pequeños paseos es justo después de las comidas. Por lo que simplemente con una pequeña caminata de 10 min después de la pausa para comer puedes marcar la diferencia en tu salud cardiovascular y metabólica.