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04 Julio 2024
¿Cómo debe ser un desayuno de calidad?

Se recomiendan añadir proteína, como el huevo, y grasas, como el aguacate y el aceite de oliva.

Un desayuno de calidad se relaciona con tomar mejores decisiones alimenticias en las siguientes comidas, y si la materia prima está mínimamente procesada contribuye a aumentar la saciedad a lo largo de la mañana.

Lo ideal es intentar que sea antiinflamatorio, de manera que, como su propio nombre indica, tratemos de reducir la inflamación crónica: digestiones pesadas, hinchazón abdominal, dificultad para perder peso, gases, insomnio o dolores de cabeza frecuentes.

Y a la hora de tomar decisiones no nos centremos en las calorías, que no son tan importantes, sino en la calidad del alimento, por ejemplo, una manzana y unas natillas tienen aproximadamente las mismas calorías, y no por ello nos van a engordar igual, pues la manzana tiene multitud de propiedades y alimentan a las bacterias buenas que nos benefician, mientras que las natillas son el alimento perfecto para que las malas se desarrollen.

El buen desayuno debe contener grasas, que aportan muchísima energía, nutrientes y son las encargadas de gestionar el comportamiento de las hormonas de la saciedad, así como proteínas (carnes, pescados, huevos, atún en lata).

Los clásicos desayunos como un café con galletas, un vaso de cereales o, una tostada de pan blanco con aceite y tomate, aumentarán el hambre en las horas posteriores, al incrementar mucho la glucosa en sangre, produciendo un pico que sube muy rápido, pero que también se reduce en poco tiempo y entonces nos entra el hambre.

No es que sea necesario desterrar el pan, solo acompañarlo de otros nutrientes. El tomate, por ejemplo, no nos aporta ningún nutriente en especial. Lo ideal sería el pan integral con un huevo revuelto, aceite de oliva virgen extra y medio aguacate, aliñado con cúrcuma, jengibre o pimienta, que tendrá un alto poder antiinflamatorio, nutritivo y saciante.

Categoría
Vida saludable