Pasar al contenido principal

23 Mayo 2024
¿Cómo combate el cuerpo los gérmenes?

Para mantener una vida saludable, es necesario entender cómo combate a estos patógenos nuestro cuerpo.

El cuerpo humano ha de enfrentarse a menudo a los gérmenes (virus, bacterias y hongos) que están en todas partes, y aunque algunos son benignos e incluso útiles (los que forman la microbiota, el ecosistema microscópico que habita nuestro interior), otros pueden causar enfermedades, los llamados patógenos.

Para mantener una vida saludable, es necesario entender cómo combate a estos patógenos nuestro cuerpo.

La primera línea de defensa es tu piel: Actúa como un muro infranqueable para la mayoría de los gérmenes, y además es capaz de producir aceites y sudor con sustancias químicas hostiles para los microbios, impidiendo su crecimiento. Por ello es importante utilizar jabones de pH neutro para mantener esa función defensiva.

Otras barreras físicas de nuestro cuerpo son las mucosas que recubren la boca, la nariz y los ojos. Producen moco y lágrimas que sirven para capturar y “lavar” a los gérmenes. También el ácido estomacal actúa de forma similar.

Si los gérmenes logran traspasar esta primera barrera exterior, comienza la verdadera acción dentro del organismo: El sistema inmunitario, compuesto por millones de células especializadas y numerosas armas de destrucción, a través de la llamada respuesta inmunitaria.

La Segunda línea defensiva es la respuesta innata. Las células de la inmunidad innata son las primeras en atacar: Los macrófagos, que devoran a los invasores; o los neutrófilos, que lanzan redes de pegajoso ADN mortales para los microbios. Y también hay asesinos especializados en matar células infectadas o tumorales: las células Natural Killer, que lanzan redes de ADN mortales para los microbios.

Entre las armas destructivas del sistema inmunitario está el sistema de complemento, que es un conjunto de proteínas que ayuda a matar bacterias, virus y células infectadas, perforando sus membranas o atrayendo a las células inmunitarias.

La tercera línea defensiva es la respuesta adaptativa. Tras detectar a un intruso por parte de la respuesta innata, esta avisa rápidamente a la caballería, los linfocitos, que llevan a cabo la respuesta adaptativa y son específicos para cada tipo de patógeno. Necesitan más tiempo para responder (entre 7 y 10 días), pero resultan extremadamente efectivos.

Hay dos tipos de respuestas adaptativas:

La celular, la llevan a cabo los linfocitos T colaboradores y las células T citotóxicas.

La humoral, la realizan los linfocitos B, produciendo anticuerpos que se adhieren específicamente a gérmenes y toxinas, marcándolos para su destrucción o bloqueando su capacidad de infectar y dañar a tus células.

Las células inmunitarias adaptativas tienen memoria y recordarán para futuros ataques. Esto significa que, si el mismo tipo de germen intenta infectarte nuevamente, tu ejército responderá más rápida y eficientemente para eliminarlo.

En resumen, Nuestro cuerpo está muy equipado para luchar contra los gérmenes, utilizando estrategias que trabajan juntos para protegerte de enfermedades.

Categoría
Vida saludable